Hoy en términos de entorno se observan tres grandes tendencias a nivel global. La primera es un alto nivel de radicalización (esto no es nuevo, se comenzó a estudiar alrededor del 2006) en cuanto a que las posturas de pensamiento pierden matices y pasan a ser o una cosa o la opuesta, amigo o enemigo, izquierda o derecha… todo en los extremos. La segunda situación observada, desencadenada por la anterior, es que hay un fuerte movimiento hacia un nuevo puritanismo social; esto es algo que cíclicamente ocurre. La tercera es la superficialidad de conocimiento producida por las redes sociales; nos enteramos de más cosas, pero sin ahondar en ninguna de ellas, ni siquiera, contrastamos la información que nos llega (y vuelvo al primer punto, si se alinea con mis ideas bien y sino fake news, aun cuando no lo sea).

George Floyd y Conguitos

Se suman cuestiones circunstanciales, por ejemplo, el impacto que tuvo la acción policial que desembocó en la muerte de George Floyd, con su consecuente viralización y amplificación en redes sociales.

La muerte de George Floyd se da en una sociedad partida, con posturas radicalizadas y en donde cada uno de nosotros asume una postura determinada. Y esto desencadena otra serie de hechos que llegan hasta si se debe o no cambiar la marca de los Conguitos.

En términos de empresa y marca

  • La marca nació en otro momento histórico en el que posiblemente no era considerada una marca racista, o sea, la marca de por sí no sería racista sino que no se ajusta a exigencias actuales. Al fin y al cabo tenemos marcas como VW, nacida en épocas de Hitler y cuya historia no es de lo más ejemplar (ni sus primeras expresiones visuales).

Conguitos

  • Lo que dispara el pedido de cambio es circunstancial y habría que ver hasta cuándo se mantiene esta situación. Para Lacasa, esto es un tema de empresa y de medir el impacto que hoy tiene en reputación e ingresos el mantener o no la marca Conguitos.
  • Si por principios la empresa también entendiese que debe actuar, entonces el tema es más profundo y no debería simplificarse pensando que su solución es un cambio de expresión visual y verbal (algo que por otro lado, culturalmente, es muy americano… cambian el contenedor y después se ocupan de dar nuevos contenidos… en Europa esto funciona al revés). En este caso, se un tema de estrategia tanto de negocio como de marca.