Hace unos días se presentó el nuevo “logo” de la Junta de Andalucía. El nuevo diseño fue realizado por un diseñador freelance contratado por la productora audiovisual Happy Ending TV.

Según un artículo publicado en la sección «Andalucía» de El Confidencial del 2 de febrero, este nuevo «logo» que reemplaza al de 1997 y al de 1984 -diseñado por D. Alberto Corazón, busca diferenciarse de lo que, según los partidos gobernantes actuales, se asociaba con los gobiernos anteriores de la comunidad.

Sin planes, sin estrategia y sin una clara visión del branding se creó un nuevo diseño fruto de una ronda con 20 empresas, según ha dicho la Dirección General de Comunicación Social de la Junta de Andalucía. En principio, se desconoce cuáles han sido las compañías convocadas.

Por su parte, el creador del «logo» dijo que, “…Encontrar una imagen que pudiera llegar a suplir a la anterior era complicado… Finalmente llegamos a esa A, que es fantástico porque no hay nada que mejor identifique a alguien que su propia inicial”.

Empiezan a surgir preguntas tales como si se ha tratado de un concurso no remunerado entre esas 20 empresas convocadas; si dichas empresas son de branding o han llamado a quien les ha venido en gana, o cómo es que este trabajo tan exhaustivo -según palabras de su autor, sólo generó un reconocimiento monetario que no superó los € 15.000.

Nuevamente, la clase política sin importar su signo, con aparente desdén, falta de humildad e impericia decide elegir como si se tratase de un desfile de modelos, el trabajo de un podólogo cuando el trabajo requería de un equipo de cirugía cardiovascular, y esto sin faltar el respeto a nadie, porque cada quien es excepcional en lo que realmente sabe hacer. A lo anterior, se suma que se desconoce con certeza las formas utilizadas para el pedido y selección de este nuevo logo.

Se ha jugado nuevamente, tal como ocurrió en su momento con “España Global” con una marca que debería servir como palanca de crecimiento de la región, fruto de saber recoger y expresar legado, presente y ambiciones, y cuyo resultado visual debe surgir de una profunda conceptualización.

Desde AEBrand tenemos demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. Invitamos a la Junta de Andalucía en particular y, en general, a quienes toman este tipo de decisiones en toda España, a tomarse el tiempo necesario para entender con lo que están tratando, y ser respetuosos con un sector productivo y reconocido de la economía española.

Junta de AEBrand.