La marca es uno de los pocos activos que puede proporcionar una ventaja competitiva a largo plazo a cualquier empresa, y esta realidad está generando una mayor demanda de procesos de gestión de marca más eficaces y que aporten mayor valor añadido.

La globalización y la existencia de múltiples canales de comunicación bidireccionales e inmediatos, hacen necesaria una gestión de marca cada vez más rigurosa y constante.

Para conseguir alinear todas las acciones y comunicaciones de la marca hacia un mismo posicionamiento estratégico y visual, hay distintas herramientas para la gestión de las marcas. Todas ellas muy válidas y con metodologías diferentes. Lo importante es conocer bien la idiosincrasia de cada empresa, la madurez de la marca y el grado de implantación de la misma, para saber cuál de las distintas opciones es la más optima en cada caso.

No obstante, cualquiera sea la herramienta seleccionada, todas ellas deben contar con los siguientes factores para asegurar su éxito:

  1. Informar/Inspirar: desarrollar herramientas de trabajo para inspirar a las agencias y equipos internos de comunicación en los procesos de creación.
  2. Controlar/Alinear: asegurar una experiencia de marca consistente y coherente en todas las interacciones con el cliente. Ser capaces de transmitir la marca de una manera creativa, notoria y relevante.
  3. Documentar/Aprender: programa de formación continua efectiva para formar a todos los equipos, tanto internos, como externos, que trabajan con la marca.

El desarrollo de plataformas digitales cada vez más ambiciosas, permiten que este tipo de procesos complejos, sean cada vez más fáciles de gestionar en el día a día. También permiten medir en tiempo real su efectividad y eficacia, generando información relevante para mejorar día a día la gestión de la marca.