Las nuevas relaciones entre las marcas y los consumidores, ha cambiado también la forma en que las empresas deben gestionar su marca.

La rapidez con la que cambian las reglas del juego, hace que las marcas también deban adaptarse a estos cambios con la mayor agilidad posible.

La gestión de las marcas debe ser mucho más flexible y dinámica:

  • Flexible porque los entornos digitales y las redes sociales, hacen que las marcas ya no controlen ni sus mensajes ni sus contenidos. La marca debe también saber como adaptarse a cada medio y en cada momento, y esto requiere cierta flexibilidad en su gestión.

Iberia no habla de la misma manera en las redes sociales, que cuando un cliente con Tarjeta Oro llama al call center. La esencia se mantiene pero con matices.

  • Dinámica porque no hay tiempo para pensar que respuesta dar o como reaccionar frente a un ataque en una red social o frente a una nueva necesidad de negocio a la que debe dar respuesta la marca en una comunicación.

Movistar tiene una identidad determinada para relacionarse con su público general: familias, empresas…; pero de repente, y por oportunidades de negocio decide entrar en el mundo del Gamming, generar contenido, tener su propio equipo, y la marca debe responder rápidamente a ese nuevo nicho de mercado con el que empieza a relacionarse.

Con tantos frentes de comunicación abiertos y con tantas formas de comunicarse con el consumidor, la responsabilidad de cuidar y construir marca, ya no recae solamente en algunos departamentos dentro de la empresa.

Todos, empleados, comunity managers, call centers, agencias, etc… todos son responsables de construir una marca coherente y consistente en todo lo que dice y hace.

Hoy en día, la tecnología nos permite contar con un buen número de herramientas de gestión de marca, adaptables a las necesidades particulares de cada una: Brand Centers, Brand Guardianship Sites, Plataformas de gestión de proyectos con terceros, etc…

Solo con una gestión holística de la marca, en la que estén todos los actores involucrados y comprometidos, podremos construir marcas fuertes, comprometidas con su promesa de marca y sus valores; logrando así complicidad y cercanía con los consumidores.